El virtuoso vocal radicado en Nueva York establecerá alianzas con la prestigiosa institución capitalina para desarrollar proyectos, impartir talleres y clases magistrales sobre improvisación y polifonía rítmica del continente africano, según sus declaraciones.
En la cita, a la que asistió la presidenta de la Uneac, Marta Bonet, el músico relató además sus experiencias asociadas a la investigación cultural.
Cuba es un país con una gran mezcla de ritmos y de una población que defiende sus tradiciones, destacó Sitson, quien ostenta un doctorado en Musicología de la Universidad de la Sorbonne, en París, Francia.
La historia de la música cubana, sus ritmos e impacto en la sociedad fueron algunos de los temas abordados en el encuentro en la sede de la Uneac.
Sitson está inmerso en el proceso de grabación de un disco en los estudios de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem), el cual incluye el poema «Negro», de la Premio Nacional de Literatura Nancy Morejón, invitada también al diálogo.
Es una suerte de unión con una de las intelectuales más queridas y respetadas no solo en Cuba, sino en otras regiones del mundo, aseguró el destacado músico.
El multipremiado jazzista es consciente del elevado nivel existente en el país en cuanto a música se refiere, por ello decidió preparar su álbum aquí, garantía de la excelencia artística.
Asistió también al encuentro la periodista y vicepresidenta primera de la Uneac, Magda Resik, y el flautista, arreglista y compositor Orlando “Maraca” Valle.
El trabajo de Gino Sitson se centra en la cognición musical, las propiedades expresivas de la voz y el proceso de transmisión de la música desde la diáspora «negra».
Ha lanzado ocho álbumes de su música original y actúa activamente a nivel internacional y en la ciudad de Nueva York.
Es un pionero entre los músicos africanos con influencia multicultural que integran en sus estilos musicales únicos su propia y emocionante mezcla de experiencias de vida «intermedias» (norte/sur, tradición/modernidad, siglos XX/XXI).
Sus proyectos musicales combinan jazz, gospel, blues y polifonías, polirritmos y melodías tradicionales africanas de la manera más innovadora
Dueño de un rango continuo de cuatro octavas que viaja desde un tenor conmovedor y resonantemente masculino con matices similares a los de los instrumentos de viento, hasta un lamento espiritual de gran altura.
Su familia proviene de una larga línea de músicos conocidos como Ntontas (tocadores de trompetas). Su madre era vocalista y directora de coro, mientras él y sus hermanos conocieron el blues, el jazz y la música tradicional africana a una temprana edad.
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