Entre otras funciones, Marsudi apoyará las negociaciones para garantizar un futuro con seguridad hídrica para todos, abogando por una cooperación política, económica y sociocultural más sólida a todos los niveles, aseguró una nota de prensa divulgada aquí.
Además, procurará mejorar el intercambio internacional y las sinergias entre diversos procesos globales en apoyo a todas las metas relacionados con el agua, como el Objetivo de Desarrollo Sostenible Seis de la Agenda 2030.
La enviada trabajará como defensora y promotora de alto nivel de las cuestiones relacionadas con el vital líquido y el saneamiento, en un esfuerzo por destacar el tema en la agenda política dentro y fuera de las Naciones Unidas.
El cargo promueve además la cohesión de las partes interesadas de todo el espectro, así como la amplificación de la labor del sistema de las Naciones Unidas y la movilización de acciones y recursos financieros para abordar la crisis mundial del agua.
Marsudi asumirá el cargo desde el 1 de noviembre tras casi cuatro décadas de experiencia, que incluyeron su desempeño como ministra de Asuntos Exteriores de Indonesia (2014-2024) y embajadora en Países Bajos (2012-2014), e Islandia y Noruega (2005-2008).
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