La disposición busca luchar contra la obesidad infantil, y su aplicación, que formaba parte del programa para las elecciones de julio, está prevista para el 1 de octubre de 2025, confirmó el gobierno.
Este anuncio se produce después de que el primer ministro, Keir Starmer, reseñara su intención de reformar el sistema de salud pública, en grave crisis, poniendo más énfasis en la prevención.
Las autoridades estiman que que esta decisión contribuirá a proteger a los niños de la publicidad de alimentos y bebidas menos saludables, ya que los datos demuestran que esa propaganda influye en sus preferencias alimentarias desde muy pequeños.
En concreto, el gobierno planea eliminar la publicidad de alimentos demasiado grasos, dulces o salados en la televisión y en Internet, además prevé otras disposiciones destinadas a fortalecer la prevención en materia de salud, como la prohibición de las bebidas energéticas para los menores de 16 años.
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