Qassem calificó de exactas y confiables las revelaciones del canal panárabe Al Mayadeen sobre el golpe de Hizbullah el 25 de agosto que causó 22 muertos y 74 heridos en el lado israelí.
Ante estas informaciones, el dirigente de Hizbulah cuestionó: ¿Por qué Israel no organizó una gira para los medios de comunicación o una visita de los miembros de su gobierno en las dos bases objetivo para negar lo anunciado por la Resistencia?
En este punto, el vicejefe indicó que el ente israelí impuso una censura mediática en torno a la operación de Hizbulah y estableció un cordón de seguridad en el lugar.
También, preguntó: ¿Por qué el jefe de la Unidad 8200 anunció su dimisión ahora y no dio este paso anteriormente?
Respecto a la posibilidad de ampliar la batalla, Qassem indicó que Hizbulah no tiene planes de iniciar la guerra, «pero la ampliación de la agresión israelí se encontrará con una expansión en la respuesta».
El 25 de agosto, el secretario general de Hizbulah, Hassan Nasrallah, reveló que el objetivo principal en la respuesta al asesinato de Shukr y la muerte de varios civiles en el suburbio sur de Beirut era la base Glilot, ubicada a 110 kilómetros de la frontera libanesa y a mil 500 metros de Tel Aviv.
Según el líder de Hizbulah, el segundo blanco de la operación fue la base de defensa aérea de Ein Shemer, situada a 75 kilómetros de Líbano y a 40 kilómetros de Tel Aviv.
Nasrallah indicó que la Resistencia decidió además atacar sitios y cuarteles en Galilea y el Golán sirio ocupado con misiles Katyusha, cuyo número superó los 300.
De acuerdo con lo divulgado luego por Al Mayadeen, al menos seis aviones no tripulados lanzados por la Resistencia lograron penetrar las defensas aéreas israelíes y alcanzaron sus objetivos con gran precisión dentro de la base Glilot, en las profundidades de la entidad.
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