Desde céntricas plazas niños, niñas, jóvenes, hombres y mujeres llevarán luego el fuego a distintos puntos, por lo general acompañados de música y banderas, contagio de alegría, entusiasmo y exaltación del amor por la tierra del quetzal.
El encendido de antorchas, que representan la libertad, recuerda cada año el recorrido realizado por los jinetes de Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica cuando divulgaron la soberanía de España.
Como un tributo a la fecha, en la Catedral Metropolitana se dará una misa, la cual contará con la presencia del presidente Bernardo Arévalo.
Por la tarde y parte de la noche, al compás de bandas escolares está prevista la izada de la bandera; en esta ciudad el escenario será la Plaza de la Constitución, frente al Palacio Nacional de la Cultura, sede del Gobierno.
El clímax de la celebración, sin embargo, será mañana, cuando las calles del casco histórico de la urbe (plazas centrales de los 22 departamentos) se llenen de desfiles coloridos acompañados de danzas folclóricas y música.
Además, cerrará la jornada de aniversario el acto oficial, mensaje presidencial y arriada de la bandera.
El ambiente festivo ilumina por estos días el país, las escuelas incentivan actividades con trajes y platos típicos, sobresalen los vendedores de banderas y un buen número de instalaciones cubren sus fachadas de azul y blanco.
“Fue el surgimiento de la Constitución de Cádiz en 1812 lo que empujó el inicio de la lucha por la independencia”, según el cronista de la Ciudad de Guatemala, Miguel Alfredo Álvarez.
Representantes de distintos sectores se reunieron luego pacíficamente para estudiar la manera de lograr la soberanía, proceso que concluyó el 21 de marzo de 1847 con un documento para conseguir la firma de la corona española.
La prócer local María Dolores Bedoya, quien participó en el movimiento, fue la primera en salir a gritar aquel 15 de septiembre de 1821: ¡Viva la Independencia!.
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