Un nuevo llamado de la Agencia solicitó seis millones de dólares en fondos flexibles de emergencia para responder a las necesidades de los menores y sus familias afectados por el fenómeno, que golpea con fuerza a naciones como Nigeria, Níger, Chad y Mali.
Solamente en ese último país, al menos 72 mil niños fueron impactados por las inundaciones reportadas en las 19 regiones.
Como parte de su respuesta, la Unicef distribuye artículos domésticos y sanitarios de emergencia, despliega clínicas de salud móviles y crea espacios adaptados a los niños.
Además, promueve los mensajes comunitarios sobre higiene y saneamiento.
En tanto, en Nigeria la agencia desplegó suministros de salud, agua, saneamiento e higiene previamente posicionados en las zonas más perjudicadas.
En esa nación además, el Fondo trabaja con autoridades locales para entregar efectivo de emergencia en cinco mil hogares registrados gracias al contacto con las autoridades locales.
En Chad, algunas de las acciones incluyeron la distribución de suministros domésticos básicos, así como alimentos terapéuticos para niños menores de cinco años.
Mientras, en Níger, donde se reportan más de 650 mil afectados, el organismo distribuye botiquines contra la malaria, así como suministros para el tratamiento del agua y otros artículos domésticos esenciales.
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