Damasco acoge bien la labor de las agencias de la ONU y facilita su trabajo para que cumplan de manera óptima su misión, especialmente en la actual fase de recuperación temprana, afirmó el canciller durante su recibimiento este domingo en la sede de la Cancillería a Barbara Manzi, directora Regional para Países Árabes de la Oficina de Coordinación del Desarrollo de las Naciones Unidas.
Aclaró que Siria era un modelo de desarrollo económico antes de la guerra terrorista que se le impuso, y precisó que el Gobierno está dispuesto a brindar ayuda a todos sus ciudadanos en todo el territorio nacional.
Instó al retorno digno de todos los refugiados que fueron desplazados por la fuerza del terrorismo, y se refirió al paquete de medidas gubernamentales y decretos presidenciales tomadas para lograr este fin.
El ministro denunció que algunos, sin especificar al respecto, se empeñan en prolongar deliberadamente la crisis y obstaculizar la recuperación.
Las fuerzas de ocupación estadounidenses y sus milicias mercenarias llevan a cabo saqueos del petróleo y el trigo sirios, además de cortar el agua privando a un millón de residentes de Hasakeh, indicó el jefe de la diplomacia.
Por otro lado, instó a detener «la guerra de genocidio perpetrada por Israel en los territorios palestinos ocupados».
A su vez, la funcionaria de la ONU manifestó el deseo de la organización mundial de hacer esfuerzos adicionales para satisfacer las crecientes necesidades en Siria y en la región.
Los esfuerzos deben centrarse en la próxima etapa en proporcionar lo mejor que podría contribuir a aliviar el sufrimiento de la población siria, lejos de la politización que algunos intentan imponer, consideró.
Opinó el canciller que lo que sucede en la Franja de Gaza y Cisjordania ha complicado la situación en la región y los esfuerzos de la ONU allí.
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