Los lanzadores Kosei Nagakubo y Kosuke Sasamori dejaron sin carreras a los boricuas, al permitir solo seis imparables, con dos ponches y una base por bolas. El primero tiró cuatro episodios y conquistó la victoria.
Los asiáticos estrenaron la pizarra desde la primera entrada con dos carreras producto de un error y jugadas de selección. En el sexto episodio sumaron dos anotaciones más y en el séptimo anotaron la quinta.
Este fue el primer partido en el que los caribeños cometieron dos pifias, acumulando solo tres en todo el torneo.
La escuadra asiática frenó la racha de seis triunfos de Puerto Rico, que finalizó con marca de 7-2, y Japón terminó con récord de 8-1, su única derrota la sufrió ante los boricuas en el primer choque de la justa por 1-6.
El lanzador Luis Rivera cargó con el revés al permitir las primeras dos carreras de Japón, una de ellas inmerecida. También subieron al montículo por los antillanos, Jorhan Laboy, Shadai Colón, Lucas Vega, Ramón Rodríguez y Alejandro González.
«Tuvimos un torneo excelente, me siento bien contento y orgulloso del trabajo que hicieron los muchachos, representaron dignamente al país y a esa camiseta. Se entregaron por completo en el terreno. Más que contento porque no perdimos con cualquiera, perdimos con el actual campeón del mundo”, afirmó Juan “Igor” González, dirigente del equipo puertorriqueño, a los medios.
El jardinero central de los boricuas, Edgardo Villegas, recibió el premio al Jugador Más Valioso del torneo.
Estudiante de la Universidad de Miami, Villegas destacó como campeón bate del torneo, con un promedio de .529, además de liderar las bases robadas (seis) y las carreras anotadas (nueve).
La selección de Nicaragua derrotó 3-1 a China y alcanzó el metal de bronce para estrenar su palmarés en la historia de la lid.
Godwin Bennet sobresalió a la ofensiva de los ganadores al conectar un hit en un turno, negoció dos pasaportes, anotó una carrera y empujó otra, y Odlanyer Matamoros, no conectó imparables en tres turnos, recibió un boleto que le permitió llegar a primera y luego a la registradora gracias a conexión de Bennet.
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