Trump y su compañero de fórmula, el senador de Ohio JD Vance, se sumaron a la difusión de teorías conspirativas sin fundamento de que los inmigrantes haitianos en Springfield están comiendo perros y otras mascotas.
Según fuentes familiarizadas con el tema, el exmandatario irá «pronto» a la urbe después de generalizar esos rumores la semana pasada durante el debate presidencial con su adversaria, la candidata demócrata y vicepresidenta, Kamala Harris, celebrado en Filadelfia.
«En Springfield, (Ohio), se están comiendo a los perros. A la gente que vino. Se están comiendo a los gatos. Se están comiendo… se están comiendo a las mascotas de la gente que vive allí. Y esto es lo que está sucediendo en nuestro país. Y es una vergüenza», expresó Trump ante las cámaras en el escenario del cara a cara.
La noticia de la visita de Trump llega cuando su aliado Vivek Ramaswamy también anunció en X que visitará la ciudad el jueves, reseñó NBC News.
Los funcionarios de Springfield y de Ohio han condenado rotundamente y rechazado todas las acusaciones. La División de Policía de Springfield dijo incluso previo al debate que «no había informes creíbles ni denuncias específicas de que los animales domésticos hayan sido dañados, heridos o maltratados por individuos dentro de la comunidad inmigrante».
También el gobernador republicano de Ohio, Mike DeWine, declaró que esas teorías conspirativas eran «basura».
«Los haitianos que están en Springfield son legales. Vinieron a Springfield a trabajar. Ohio está en movimiento y Springfield realmente ha tenido un gran resurgimiento», subrayó a ABC News.
Esta situación creó un ambiente de tensión en Springfield. Hubo amenazas de bomba a edificios públicos de allí y además no pocos migrantes alegan que se sienten inseguros.
El alcalde citadino Rob Rue expresó su preocupación si Trump se decidiera finalmente a viajar a Springfield. «Podría ser difícil, una visita muy difícil», enfatizó y cuando se le preguntó qué le diría a Trump si tuviera la oportunidad acotó: «Necesitamos ayuda y no odio. Y necesitamos voces tranquilas».
La víspera el candidato republicano fue blanco del segundo aparente intento de magnicidio en dos meses. Mientras jugaba en su club de golf en Florida un hombre armado, actualmente bajo custodia, trató de dispararle con un fusil AK-47.
Este nuevo incidente agrega combustible a la recta final de una campaña electoral al rojo vivo, que mantiene casi empatados a Trump y Harris, aunque la demócrata lleva ligera ventaja.
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