De acuerdo con el representante de alto rango, el consenso global para eliminar el consumo y la producción de distintas sustancias que afectan esa franja de gas son “un poderoso símbolo de esperanza”.
“La capa de ozono, que en su día fue un paciente enfermo, está en vías de recuperación”, dijo el titular de la ONU en su mensaje a propósito del Día Mundial para su preservación.
Guterres saludó además los esfuerzos para promover lo pactado en el Protocolo de Montreal, un convenio diseñado para reducir la producción y el consumo de numerosas sustancias que pueden agotarla.
Ese mecanismo, aseguró, es un recordatorio de que, cuando los países demuestran determinación política en favor del bien común, el cambio es posible.
El titular de la ONU instó a “ir más allá” y ratificar la Enmienda de Kigali, centrada en la reducción gradual de los hidrofluorocarbonos, potentes gases que provocan el calentamiento global.
Ese propuesta, ya ratificada por cuatro de cada cinco países, puede contribuir a impulsar las iniciativas de mitigación del cambio climático y proteger a las personas y al planeta en un momento “más necesario que nunca”, consideró.
La Enmienda, agregó, podría ayudar a evitar un calentamiento global de hasta 0,5 grados centígrado para fines de este siglo.
Este lunes, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó que el ozono podría recuperarse a los niveles de 1980 -antes de que apareciera cualquier agujero en la capa de ozono- en el 2066 en la Antártida si se mantienen las políticas actuales.
De acuerdo con su más reciente informe, al paso actual el planeta podría restablecer totalmente la capa en 2045 en el Ártico y en 2040 en el resto del mundo.
“Es fundamental que las observaciones del ozono, las sustancias que lo destruyen y la radiación ultravioleta se mantengan con la calidad, la resolución y la cobertura mundial necesarias para tener en cuenta los cambios que se producirán en las próximas décadas”, dijo Matt Tully, representante de la OMM.
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