La iniciativa del mandatario sin emisión de deuda para gastos corrientes implicará una reducción del gasto en todas las instituciones del Estado y un posible acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), señaló la parlamentaria Marcela Villatoro.
“Lo más seguro es que, si están negociando un acuerdo con el FMI, una de las exigencias debe ser un ajuste fiscal de gasto público y eso implica una disminución total al presupuesto de gasto corriente”, aseveró.
En la práctica, acentuó, esto significa recortar gasto a todas las instituciones del Estado.
El 15 de septiembre, Bukele anunció que presentará ante la Asamblea Legislativa el primer presupuesto completamente financiado. Sin la necesidad de emitir un solo centavo de deuda para gasto corriente.
“El Salvador ya no gastará más de lo que produce anualmente. Ni siquiera vamos a prestar dinero para pagar los intereses de la deuda que nos heredaron. Hasta eso lo pagaremos de nuestra propia producción”, puntualizó el mandatario.
En la actualidad el gobierno negocia con el FMI un préstamo por mil 300 millones de dólares y entre las exigencias del ente financiero está un ajuste fiscal equivalente al tres por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Villatoro remarcó que ve difícil que el proyecto de presupuesto de 2025 avance con cero deudas como lo promete el presidente.
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