En una declaración divulgada aquí, la representante pidió respeto para los civiles, quienes no son un objetivo y deben ser protegidos en todo momento de conformidad con el derecho internacional humanitario, recalcó.
La agresión de este martes, que dejó miles de heridos y al menos nueve víctimas fatales, marca una escalada extremadamente preocupante en lo que es un contexto ya inaceptablemente volátil, dijo la diplomática.
Hennis-Plasschaert instó a todos los actores involucrados a abstenerse de cualquier otra acción o retórica beligerante, que podría desencadenar una conflagración más amplia que nadie puede permitirse.
“Hay demasiado en juego como para hacer menos”, recalcó la enviada, al urgir a restablecer la calma y priorizar la estabilidad.
Por su parte, el portavoz del secretario general de la ONU (António Guterres), Stéphane Dujarric, calificó los sucesos como extremadamente preocupantes, especialmente teniendo en cuenta el contexto extremadamente volátil.
De acuerdo con reportes de prensa, nueve personas murieron y más de dos mil 800 resultaron gravemente heridos cuando los beepers que utilizaban para comunicarse explotaron.
Al menos una menor de edad perdió la vida, mientras que entre los heridos se encuentra el embajador iraní en Líbano, Mojtaba Amani.
El Ministerio de Salud de Beirut aseguró que al menos 200 de los afectados se encuentran en estado crítico.
El grupo Hizbulah confirmó que cerca de las 15:30, hora local, detonaron varios dispositivos de recepción de mensajes, conocidos como Pagers, que poseen varios de sus miembros en diversas unidades.
En tanto, la Cancillería de Beirut anunció la preparación de una denuncia para presentarla ante el Consejo de Seguridad de la ONU, tan pronto como se completen los datos sobre la agresión.
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