La mandataria anunció la decisión en un breve mensaje en el que manifestó que en el curso del día “hemos recibido información preocupante que algunos de los congresistas estarían siendo influenciados para votar en contra de la autorización del viaje”.
Agregó que “esta situación pone de manifiesto que para algunos representantes los intereses partidarios y personales son más importantes que los interés de nuestra patria”, dijo y pidió al congresista Álex Paredes que retire la reconsideración de la votación que ayer le negó la autorización del viaje.
La jefa de Estado pidió dejar de lado los intereses particulares, el odio y las barreras “que nos separan y nos dividen”, lo que suele decir a quienes la critican o se le oponen.
El anuncio causó sorpresa debido a que estaba previsto que el canciller, Elmer Schialer, iba a presentarse en el pleno parlamentario para argumentar sobre la importancia del viaje de la mandataria e intentar persuadir a los legisladores de revocar la negativa expresada ayer.
A un par de horas del mensaje por video en el que Boluarte anunció su desestimiento, el primer ministro, Gustavo Adrianzén, en una conferencia sobre diversos temas, insistió en la pertinencia del viaje y dijo esperar que el Congreso cambie su decisión.
Fuentes congresales comentaron que la mandataria canceló el viaje para evitar un nuevo revés, pues los sondeos evidenciaban que era imposible para el Gobierno lograr los 66 votos (la mayoría más uno del total de congresistas), cuando la autorización fue rechazada por 55 votos frente a solo 50 a favor del viaje.
El principal argumento del rechazo al permiso de salida del país de la presidenta es que, según la mayoría de los legisladores, no debía ausentarse cuando Perú sufre incendios forestales que han dejado 16 muertos, un centenaria de heridos y miles de hectárea destruidas por el fuego.
Ante los reclamos de diversas regiones afectadas para que el Gobierno declare estado de emergencia las zonas afectadas, el Gobierno decretó hoy la medida en tres de esos territorios, los selváticos de Amazonas, San Martín y Ucayali.
Hasta esa decisión, el Ejecutivo sostenía que la emergencia aún no era necesaria, al igual que el pedido de ayuda internacional para combatir los siniestros que, según versión oficial, tienden a amainar.
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