El Comando del Ejército libanés pidió a los ciudadanos no reunirse en lugares donde se produzcan incidentes de seguridad, para dar espacio a la llegada de equipos médicos.
La agencia de noticias oficial informó de numerosas otras detonaciones en Beirut y en otras localidades de la nación, algunas de ellas ocurrieron en apartamentos, casas y vehículos.
El primer ministro interino, Najib Mikati, anunció el llamado al Consejo de Seguridad de la ONU a reunirse para discutir la agresión contra Líbano y la intención de presentar una denuncia por los crímenes cometidos por Israel.
La Defensa Civil trabajó para extinguir los incendios ocurridos en el interior de casas, automóviles y tiendas en la Bekaa, el sur, Monte Líbano y el suburbio sur de Beirut, y para trasladar a los heridos a los hospitales.
Paralelamente, las fuerzas israelíes continuaron con los bombardeos a aldeas del sur de Líbano y este miércoles apuntaron a las localidades de Al-Jebeen, Shamaa, Halta, Majdal Zoun, Kafr Kila y Kafr Shuba.
De acuerdo con el sitio estadounidense Axios, Israel hizo estallar miles de radios personales bidireccionales utilizados por miembros de la Resistencia de Líbano (Hizbulah) en una segunda ola de una operación de inteligencia que comenzó ayer con las explosiones de dispositivos inalámbricos.
La publicación indicó que los walkie-talkies fueron colocados con trampas explosivas por los servicios de inteligencia israelíes y luego entregados a Hizbulah como parte del sistema de comunicaciones de emergencia.
Axios comentó que el objetivo de Israel en la segunda ola de ataques era aumentar la paranoia y el miedo en las filas de la Resistencia, en un intento de presionar a su liderazgo para cambiar su política con respecto al conflicto con la entidad.
En este punto, agregó que la decisión de llevar a cabo el segundo ataque también estuvo motivada por la evaluación de que la investigación de Hizbulah sobre las explosiones de los buscapersonas probablemente expondría la violación de seguridad en los walkie-talkies.
Durante el funeral de los fallecidos ayer en la agresión electrónica, el jefe del Consejo Ejecutivo de Hizbulah, Hashem Safi al-Din, enfatizó que Israel recibirá su castigo y “no hay retirada hasta el final del camino”.
El dirigente libanés subrayó que la Resistencia es fuerte y capaz de infligir derrotas al enemigo israelí a pesar de los sacrificios.
Según las estadísticas anunciadas por el ministro de Salud libanés, Firas Al-Abyad, 12 personas, entre ellas dos niños y varios trabajadores del sector sanitario murieron el martes en la primera agresión electrónica israelí.
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