El texto divulgado aquí calificó de arbitraria la detención de más de 50 funcionarios de Naciones Unidas, ONG internacionales y nacionales, la sociedad civil y misiones diplomáticas.
“Los ataques a trabajadores humanitarios, incluidas detenciones y acusaciones falsas, violan el derecho internacional, ponen en peligro la seguridad y obstaculizan gravemente el apoyo que brindamos al pueblo yemení y los esfuerzos de mediación cruciales para avanzar en el proceso de paz”, señala el comunicado.
Los firmantes reclamaron la protección de los funcionarios en manos de los hutíes así como garantías para un espacio humanitario seguro y el acceso a las comunidades a las que prestan servicios.
Las agencias advirtieron por la grave situación humanitaria en Yemen, donde más de 18 millones de personas, incluidos 14 millones de mujeres y niños, padecen crisis combinadas como inseguridad alimentaria y desnutrición, epidemias, cambio climático o desplazamientos.
No obstante, la declaración ratificó el compromiso de la comunidad humanitaria con el país a pesar de los inmensos desafíos para su labor, que incluyen la inseguridad, la disminución de la financiación y la reducción del espacio humanitario.
El texto fue firmado por la Oficina para los Derechos Humanos, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la Agencia para Refugiados, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, la Organización Mundial de la Salud y el Programa Mundial de Alimentos, junto a varias organizaciones no gubernamentales.
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