Para el exdirector de la Seguridad General (1998-2005), la explosión de dispositivos electrónicos en el país forma parte de la estrategia israelí de la llamada guerra alternativa y psicológica para aterrorizar a la sociedad, debilitar la moral, socavar la confianza, difundir rumores y perturbar las comunicaciones.
En un análisis en su cuenta de X, el también diputado indicó que el gobierno de Tel Aviv amenaza desde hace semanas con una confrontación a gran escala en el sur libanés, pero duda en librarla por varias razones.
De acuerdo con Al-Sayyed, Israel sabe que los resultados de la guerra y su duración no están garantizados contra la Resistencia de Líbano (Hizbulah), en particular el retorno seguro y permanente de los colonos al norte.
Por otro lado, las autoridades israelíes temen daños al interior de la entidad al llevar a cabo una confrontación ampliada.
En este escenario, apuntó que la explosión de miles de dispositivos electrónicos durante los últimos días en el país fue un intento desesperado de Israel para alcanzar sus objetivos en Líbano sin correr el riesgo de una escalada abierta en el sur.
Con este crimen colectivo, Israel persigue el regreso de los colonos al norte, mantener la ocupación de 13 puntos fronterizos, impedir la inversión en el yacimiento de Qana, así como garantizar el repliegue de Hizbulah hacia el norte del río Litani, de conformidad con su interpretación de la Resolución Internacional 1701, enfatizó.
Según el militar, desde hace más de siete décadas Tel Aviv ejecutó todo tipo de asesinatos individuales y masacres masivas en la nación, estimuló luchas sectarias, provocó actos de terrorismo, espionaje, agentes y “quizás mañana podría intentar su guerra aérea, terrestre y marítima que amenaza con devolver al Líbano a la Edad de Piedra, como dicen los funcionarios”.
No obstante, Al-Sayyed advirtió a Israel de entrar en razón y no subestimar a este país y su historia de resistencia.
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