Durante una sombría sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, el diplomático calificó como profundamente alarmante la actividad de asentamientos en esa área, incluida Jerusalén Oriental.
Entre el 11 de junio y el 11 de septiembre último, se aprobaron o construyeron seis mil nuevas 730 unidades de vivienda y se publicaron licitaciones para otras mil en asentamientos, dijo al órgano.
Wennesland denunció otras acciones como demoliciones y confiscaciones junto a la modificación de una orden implementada desde los Acuerdos de Oslo que otorgó ahora a un comandante local la autoridad para planificar y construir en zonas transferidas a la Autoridad Palestina.
“Las políticas y prácticas israelíes están alterando sistemáticamente la tierra en el Territorio Palestino Ocupado (TPO), creando dinámicas peligrosas y una amenaza existencial para la solución de dos Estados”, advirtió el enviado al órgano de 15 miembros.
Esto, afirmó, no tiene validez jurídica y constituye una flagrante violación del derecho internacional, de la resolución 2334 del Consejo y la reciente opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
En ese contexto, consideró alarmante la operación en esa zona de las Fuerzas de Defensa de Israel entre el 28 de agosto y el 6 de septiembre, la mayor en Cisjordania desde el 7 de octubre, con decenas de palestinos muertos.
Por su parte, el embajador de Palestina ante la ONU, Riyad Mansour, denunció las continúas violaciones de las leyes internacionales por Israel, quien “reclama para sí todos las garantías otorgadas por el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, mientras rechaza y viola todas las obligaciones”.
El papel del Consejo es defender el derecho internacional, no modificarlo para adaptarlo a las violaciones israelíes ni sacrificar la Carta de las Naciones Unidas para complacer al país, denunció el diplomático.
La reunión de este jueves coincidió con la aprobación la víspera de una resolución en la Asamblea General que considera ilegal la presencia israelí en los TPO y reclamara su salida en un plazo de 12 meses.
El texto, presentado por Palestina y copatrocinado por decenas de países, entre ellos Cuba, recibió 124 votos a favor, 14 en contra y 43 abstenciones.
Se trata de un paso histórico dentro de Naciones Unidas que responde a una opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia.
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