En un discurso sobre los recientes acontecimientos, la máxima figura política y militar del movimiento libanés tildó de acto de genocidio y masacre el acto criminal de Israel, que equivale a una declaración de guerra.
Al inicio de su intervención, Nasrallah extendió condolencias a las familias de los mártires por la agresión electrónica y en el frente de combate, y a los heridos deseó una pronta recuperación.
El líder de Hizbulah agradeció al sector de salud de Líbano, la seriedad del gobierno y a todos los que donaron sangre en varias regiones de la nación.
También, destacó la solidaridad de los líderes políticos y sindicales y de quienes tomaron la iniciativa de transportar a un lesionado y anunciaron su voluntad de donar órganos de su cuerpo a los afectados.
A pesar de lo sucedido, Nasrallah enfatizó en la gran epopeya humanitaria y moral vivida en los últimos días sin precedentes a nivel nacional.
En sus palabras, resaltó la decisión de enviar ayuda médica y transportar a los heridos a Iraq e Irán, y al gobierno sirio que abrió las puertas de sus hospitales.
Al comentar los detalles de la agresión, Nasrallah indicó que el martes miles de aparatos Pagers fueron detonados al mismo tiempo en lugares civiles sin que al enemigo israelí le importara nada.
En este punto, lamentó la muerte de decenas de personas, incluidos niños y mujeres, y miles resultaron heridos, y las cifras precisas saldrán más adelante.
Según manifestó, muchas de las lesiones fueron leves y varios aparatos estaban fuera de servicio, muy lejos o no estaban distribuidos en absoluto.
El jefe de la Resistencia apuntó que los esfuerzos humanos y la disposición de la gente contribuyeron a reducir las lesiones graves.
A propósito del acto terrorista, agregó que Hizbulah formó múltiples comités de investigación interna para estudiar todos los escenarios, hipótesis y posibilidades, y llegar a un resultado casi definitivo.
En este sentido, señaló que este expediente en totalidad, desde el productor hasta el destinatario y el momento de la explosión, es objeto de una investigación precisa.
“No hay duda de que hemos sido sometidos a un importante golpe humanitario y de seguridad, sin precedentes en la historia de nuestra Resistencia y quizás en la historia del conflicto con el enemigo”, reconoció.
Nasrallah subrayó: “recibimos un duro golpe, pero este es el estado de guerra y nos damos cuenta de que el enemigo tiene superioridad tecnológica, especialmente porque cuenta con el apoyo de Estados Unidos y Occidente”.
El secretario general expresó que la Resistencia no caerá, saldrá más sólida, decidida, comprometida y capaz de superar todos los peligros, a pesar de este duro golpe.
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