En declaraciones separadas, Hizbulah notificó el disparo de salvas de cohetes Falaq contra el sitio militar de Metula e impactos directos al bombardear los edificios utilizados por los soldados israelíes en la propia localidad, ubicada a menos de dos kilómetros de la aldea fronteriza libanesa de Al-Amari.
Los medios israelíes reconocieron el lanzamiento de seis a ocho misiles pesados Burkan desde Líbano contra Metula, causando enormes y devastadores daños en toda la zona.
Al comentar sobre el reciente bombardeo desde Líbano, el jefe del asentamiento, David Azoulay, describió el ataque como el más fuerte desde el inicio de la guerra y señaló la destrucción masiva, incendios y daños directos a los edificios.
Según el corresponsal del periódico Yedioth Ahronoth, los misiles pesados caídos provocaron afectaciones eléctricas y en las comunicaciones.
El ejército israelí anunció una total censura informativa en los asentamientos del norte, y que nadie puede entrar ni fotografiar.
Al mismo tiempo, las fuerzas israelíes publicaron una lista de directrices para los residentes en los Consejos Regionales de Merom HaGalil, Alta Galilea, Mevo’ot HaHermon, Yesud HaMa’ala, Hatzor, Rosh Pina, Safed, Metula y las ciudades de los Altos del Golán ocupado desde Katzrin y hacia el norte.
El ente militar solicitó a los colonos reducir sus movimientos fuera de sus casas, evitar las grandes reuniones, vigilar las entradas a las comunidades y permanecer cerca de los refugios antiaéreos.
Como parte de sus operaciones en el frente de batalla, los combatientes de la Resistencia libanesa apuntaron además con cohetes Katyusha y drones contra sitios y cuarteles israelíes en Liman, Adamit, Ya’ara, Ma’aleh Golani, Hanita, Shomera y Beit Hillel.
Esta tarde en un discurso con motivo de la operación electrónica israelí de los dos últimos días, el secretario general de Hizbulah, Hassan Nasrallah, consideró el acto criminal una declaración de guerra y reafirmó la continuidad de las acciones en el frente de batalla en apoyo a Palestina.
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