El órgano escuchará el más reciente reporte del coordinador especial para el Proceso de Paz en Oriente Medio, Tor Wennesland, luego de que Tel Aviv intensificara su ofensiva en Cisjordania en las últimas semanas.
A la par, pasará revista a las violaciones cometidas por colonos israelíes respecto a la resolución 2334, adoptada por el propio Consejo en 2016 para exigir el cese de todas las actividades de asentamiento en los Territorios Palestinos Ocupados.
La reunión reviste especial relevancia luego de que el miércoles la Asamblea General de la ONU aprobara por abrumadora mayoría una resolución que considera ilegal la presencia israelí en dichos territorios y reclamara su salida en un plazo de 12 meses.
El texto, presentado por Palestina y copatrocinado por decenas de países, recibió 124 votos a favor, 14 en contra y 43 abstenciones.
Se trata de un paso histórico dentro de las Naciones Unidas que responde a una opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia.
“La Asamblea General exige que Israel ponga fin sin demora a su presencia ilegal en el Territorio Palestino Ocupado, que constituye un hecho ilícito de carácter continuado que genera su responsabilidad internacional, y que lo haga a más tardar doce meses después de la aprobación de la presente resolución”, establece el documento.
A la par, reclama el cumplimiento sin dilación de las obligaciones jurídicas de Israel de acuerdo con el derecho internacional.
La resolución pide además la devolución de las tierras, bienes inmuebles y activos confiscados desde el inicio de la ocupación en 1967, así como de todos los bienes y activos culturales arrebatados a los palestinos y sus instituciones.
Aunque las decisiones de la Asamblea General no son vinculantes, los proyectos aprobados tienen un gran peso político al acoger el voto de los 193 estados miembros de la ONU.
jf/ebr
