El lagarto descubierto hace un tiempo por expertos del Centro de Investigaciones de Ecosistemas Costeros de Ciego de Ávila, vive en la rama de los árboles, mide alrededor de 25 centímetros y está considerada una subespecie endémica restringida en la región.
Según explicó el especialista de la subdelegación de Medio Ambiente en el territorio, Daylon Fundora, los sondeos permiten profundizar y ampliar los conocimientos científicos para un mejor manejo y observación del reptil, debido a variaciones en el uso de los recursos estructurales del entorno.
Precisó que han observado novedades en la dieta y talla del animal y descripciones detalladas en los patrones de coloración, lo cual posibilita estudiar su ecología reproductiva.
Estas investigaciones resultan importantes porque muestran la densidad del chipojo azul por formaciones vegetales, su presencia en otros puntos de la cayería norte avileña y el estado de la población, aspectos de gran valor para establecer el estatus de la categoría de amenaza, manifestó Fundora.
Agregó que el Anolis equestris cyaneus es la subespecie menos investigada, de las ocho reconocidas en el Archipiélago Sabana-Camagüey, por lo que los estudios actuales son de gran relevancia para la comunidad científica.
Precisó que es un animal muy vistoso, y recientes estudios revelan su existencia en casi todas las formaciones vegetales, incluso en la flora secundaria que rodean los hoteles del destino turístico Jardines del Rey.
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