En declaraciones en una reunión en el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), dijo que en un sobrevuelo al distrito de Awajún, en la región selvática de San Martín, observó que la magnitud de incendos intencionados busca “agrandar los espacios agrícolas”.
Mencionó que en esos casos, el fuego se desplazaba desde un terreno ya sembrado hacia los bosques y eso ya no es ninguna costumbre ancestral como la de quemar plantaciones para usar las cenizas como abono para mejorar el rendimiento de la tierra.
“Vamos a tratar en el Consejo de Ministros un marco legal para que esas zonas afectadas no sean reconocidas como áreas de cultivo” ni se otorguen allí títulos de propiedad, añadió la mandataria.
“Tratan de quemar hectáreas de terreno para, luego, cuando todo está quemado, ingresar con maquinaria” para convertir el área en zona de cultivo, dijo.
Sobre la situación actual, informó que 83 por ciento de los incendios fueron extinguidos, en lo que se ha utilizado aproximadamente 288 mil litros de agua.
Boluarte declaró además que en 2021 hubo 163 incendios; en 2022, hubo 380; en 2023 se registraron 341 y este año se ha contado hasta hoy 268.
Un reporte oficial precisó que hasta este viernes las llamas han causado 18 muertos y 165 heridos en 20 regiones afectadas y destruidostres mil 374 hectáreas de bosques naturales y dos mil 478 hecráreas de cultivos diversos y han causado la muerte de al menos 400 animales.
Entretanto,los gobernadores de las regiones de Cusco, Huánuco y Lambayeque, también afectados por los incendios, pidieron al Gobierno que los declare en emergencia, como hizo esta semana con las regiones selváticas de Amazonas, San Martín y Uncayali.
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