En un artículo, el periodista subrayó que el enemigo israelí tocó por primera vez un elemento central de confianza en la relación de la Resistencia de Líbano (Hizbulah) con su gente para reforzar la teoría de la duda y desplazar la confianza de su entorno social.
Para el experto, la operación terrorista electrónica de los días recientes intentó subyugar a los seguidores de Hizbulah y reforzar preguntas desconcertantes sobre cómo tratar con los miembros, centros e instituciones del movimiento político y militar libanés.
En valoración del directivo del mayor periódico impreso de circulación nacional, el gobierno de Tel Aviv pasó a una de las mayores demostraciones de su supuesta superioridad en seguridad, apoyándose en sus capacidades tecnológicas para sembrar dudas entre los partidarios de la Resistencia sobre las actividades de Hizbulah.
A criterio de Al Amine, la reputación, el prestigio, la confianza y la capacidad, son cualidades que distinguieron a Hizbulah en su lucha contra Israel y delinearon su trayectoria ascendente, basada en los logros alcanzados durante 40 años de combate ininterrumpido.
Esto permitió a la Resistencia situarse a la vanguardia de todos los movimientos contemporáneos de liberación nacional y en el objetivo central de todos los programas de Israel, ya sea de manera pública o en colaboración con Estados Unidos, Reino Unido y otros países europeos, subrayó.
Ante esta realidad, indicó que Israel organizó sus herramientas para el enfrentamiento, y después de la guerra de 2006 dedicó enormes recursos a programas cuyo propósito era socavar las características que diferenciaban a Hizbulah de otros grupos y comenzó una campaña para demonizar al movimiento para transformarlo de una fuerza de liberación nacional en una milicia rebelde.
De acuerdo con Al Amine, la lógica de los hechos recientes indica que Israel se está preparando de manera efectiva para una nueva fase de confrontación intensa con la Resistencia, en una forma de guerra de exterminio, aunque hasta ahora haya elegido presentarla de manera distinta a las atrocidades cometidas en Palestina, enfatizó.
La entidad israelí actúa con la convicción de que tiene una «deuda acumulada» con Hizbulah, y deliberadamente llevó a cabo bombardeos y asesinatos, no solo dirigidos a quienes lideraban el frente de apoyo con Gaza, sino también a aquellos que consideraba elementos clave en su liderazgo militar, basándose en su mentalidad de venganza, señaló.
Con el agravamiento de la guerra de apoyo a Gaza, Israel actuó basándose en su convicción, correcta o no, de que Hizbulah está detrás de la mayoría de los acontecimientos en Cisjordania y de proporcionar recursos a través de la frontera con Jordania.
Israel también considera que la Resistencia es responsable de las operaciones del movimiento Ansar Allah de Yemen y dirige las acciones de la Resistencia iraquí, además de las consecuencias de la guerra en el norte de la entidad.
Todo esto llevó a Tel Aviv a decidir activar su nuevo programa contra la Resistencia, convencido de que su gran guerra con Hizbulah era inevitable, puntualizó.
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