“La región está al borde de una catástrofe. Todos los esfuerzos deben centrarse en encontrar una solución diplomática”, dijo a la prensa Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres.
El vocero instó a las partes a volver de inmediato al cese de las hostilidades y aplicar plenamente la resolución 1701 del Consejo de Seguridad, que exige además la retirada de Israel de territorio libanés.
La alerta fue emitida poco antes de que el Consejo de Seguridad se reuniera para analizar la crisis con la participación del ministro de Asuntos Exteriores del Líbano, Abdullah Bou Habib; la secretaria general adjunta de Asuntos Políticos, Rosemary DiCarlo, y el alto comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk.
Como parte de sus esfuerzos en la región, la coordinadora especial del organismo para el Líbano, Jeannine Hennis-Plasschaert, mantiene contactos con el Líbano e Israel.
A la par, los cascos azules de la fuerza de paz, presente en el Líbano, cumplen su mandato en condiciones “extremadamente difíciles”, advirtió Dujarric al reconocer su labor para evitar una mayor escalada y volver a un cese de las hostilidades.
Este viernes, otro ataque israelí en Beirut mató al menos a ocho personas e hirió a otras 59, según el último parte del Ministerio de Sanidad de la nación.
“Más de cien hospitales recibieron heridos, y como pueden imaginar en un país tan pequeño como Líbano, con cinco millones de habitantes, son muchos heridos para un periodo tan corto de tiempo”, aseguró el representante de la Organización Mundial de la Salud en el Líbano, el doctor Abdinasir Abubakar.
npg/ebr