Las actividades iniciaron con una cabalgata desde el puerto marítimo, para continuar con un acto en la calle que lleva el nombre del Fundador del Partido Revolucionario Cubano (1882), quien pasó por esta ciudad el 20 de septiembre de 1892.
José Martí llegó al pequeño muelle de esta tierra de hombres nobles, entonces colmada de cocoteros, varias docenas de bohíos y rodeada de montañas, en el velero “Lépido”, que había fletado en Santo Domingo, según narraciones de la época.
De acuerdo con historiadores, fue recibido por el gobernador de la provincia, Carlos Alberto Mota, en su casa, la única que había “de madera”, ubicada en la calle Jaime Mota, esquina María Trinidad Sánchez, del barrio La Playa, y pocos días después se marchó a caballo, rumbo a Haití y luego a Jamaica.
El sitio, donde infelizmente ya no existe la vivienda en la que se dice Martí “escribía velozmente (cartas), acomodado en un rincón”, también fue visitada este sábado por bonaerenses y otros amigos de la solidaridad con Cuba. En un muro pintado de azul, una placa recuerda su estancia en el lugar.
El programa en homenaje a la fecha se desarrolló con la presencia de autoridades de la provincia, del Comité Pro-Cultura, el Círculo de Poetas de Barahona, la Asociación de Jinetes, miembros de la campaña de solidaridad con Cuba y de la misión diplomática de ese país en la República Dominicana, entre otros invitados.
Los oradores resaltaron la figura del Apóstol y sus vínculos con este país, el cual visitó en tres ocasiones, así como su relación con el Generalísimo Máximo Gómez, símbolos los dos de la unión patriótica y de amistad entre las dos naciones.
En la ocasión, la cónsul de Cuba en esta nación caribeña, Enith Pérez, sostuvo que para José Martí no había tarea más importante que la independencia de su país.
Pérez lo definió como un hábil político, periodista, un hombre con un pensamiento extremadamente humanista, revolucionario y avanzado, en tanto resaltó que su obra y pensamiento emancipador constituyen una fortaleza para los cubanos.
El abogado y periodista Praede Olivero Féliz socializó la idea de institucionalizar el 21 de septiembre como día de la solidaridad con Cuba.
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