Los equipos y sus dispositivos, que permanecen ociosos desde hace más de dos años, fueron adquiridos para cerrar la brecha digital deficitaria que existía en unos tres mil 570 centros educativos del país, denunció la diputada Johanna Obando, citada por la televisora.
Las computadoras en desuso –explicó la legisladora- son parte de una inversión en 2022 de 58,3 millones de dólares de la Superintendencia de Telecomunicaciones del Fondo Nacional de Telecomunicaciones para la compra de 86 mil laptops y tabletas destinadas al Ministerio de Educación Pública.
“Sin embargo -cuestionó la parlamentaria- de ese total, aún hay 44 mil computadoras embaladas en sus cajas, que no llegan a manos de los estudiantes, lo cual se debe a la inoperancia de esa cartera con dichos equipos, que tenían como fin exclusivo a los alumnos más vulnerables”.
Según la diputada, la mayoría de esas máquinas tenían una garantía por tres años, pero transcurrió la mayor parte de ese tiempo “sin siquiera encenderlos”.
“Nos informan que están en bodega cuando su fin era para esos estudiantes de zonas rurales con deficiencias docentes o de salud”, subrayó la denunciante, quien presentó, además, una moción para abrir una investigación sobre el asunto en la Comisión de Juventud, Niñez y Adolescencia del Congreso.
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