La calzada izquierda de esa vía, abrió a la circulación en esta jornada, mientras la derecha permanece cerrada por los trabajos de extracción de agua, informó el gobernador de esa región, Josef Belica.
Las riadas causaron hasta hoy cinco muertos y muchos daños materiales, sobre todo en la zona nororiental de país, debido a las crecidas de los ríos Opava, Óder y Morava, que dejaron bajo el agua decenas de localidades.
En algunas zonas se registraron precipitaciones extremas, como en Rejvíz, con 516,7 milímetros, y en Lysá hora, con 307,1.
En 1997 riadas catastróficas se cobraron la vida de 50 habitantes y destruyeron dos mil 151 casas, tras alcanzarse precipitaciones de 500 milímetros en algunos lugares, como ocurre ahora.
Muchos voluntarios, entre ellos jóvenes de enseñanza secundaria, se desplazaron a las zonas más afectadas para ayudar en trabajos de limpieza y restauración.
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