Esta mañana excavadoras y equipos pesados derribaron las tiendas de campaña de los residentes de Al Araqib, precisó la agencia oficial de noticias palestina Wafa.
Sus habitantes insisten en quedarse y aferrarse a su tierra, y cada vez levantan sus tiendas de campaña, hechas de madera y nailon, para protegerse del intenso calor del verano y del frío extremo del invierno y enfrentar los planes de desplazamiento, destacó.
El medio noticioso señaló que el poblado fue destruido 11 veces en 2023, 15 en 2022 y 14 en 2021.
Los medios palestinos denuncian que las autoridades israelíes hostigan a los ciudadanos árabes en el Neguev a través de campañas destinadas a confiscar tierras, arrasar cultivos agrícolas y demoler sus casas.
La aldea de Al Araqib acoge a una veintena de familias, que suman unas 800 personas, quienes se dedican a la ganadería y la agricultura.
En ese desierto viven unos 240 mil beduinos, casi la mitad de ellos en comunidades no reconocidas por las autoridades israelíes, que sistemáticamente derriban sus poblados.
Al no tener reconocimiento oficial, esas localidades carecen de servicios básicos como redes de electricidad y agua, carreteras, escuelas y centros de salud.
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