Según comunicó el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), esta labor la llevarán a cabo de manera conjunta la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) y la Unidad Técnica del Ozono (OTOZ), del Centro de Gestión de la Información y Desarrollo de la Energía (Cubaenergía).
Desde 1987, el protocolo de Montreal impulsa la protección de la capa de ozono con la eliminación de los clorofluorocarburos, sustancias derivadas de los hidrocarburos saturados, y los hidroclorofluorocarbonos (HCFC), compuestos formados por átomos de hidrógeno, flúor, y carbono.
A partir de la firma de la Enmienda de Kigali de Cuba, en 2019, en el país existe conciencia y voluntad de que debemos cumplir todos los compromisos para la reducción de los HFC hasta 2045, toda vez que son sustancias que provocan un fuerte impacto en el calentamiento atmosférico.
El especialista de OTOZ, ingeniero Armando Lázaro Gómez, explicó que para lograr un leve impacto para el país es necesario conocer cómo está actualmente representado con los equipos y sustancias contenidas en la refrigeración y el acondicionamiento de aire.
En consecuencia, para lograr una estrategia de reducción de estas sustancias y la entrada a Cuba de equipos con tecnologías amigables con el medio ambiente y con una aceptada eficiencia energética, resulta prioritario este levantamiento cuyos resultados darán una mejor preparación para enfrentar la reducción de tales sustancias.
El programa diseñado comprende inicialmente las provincias Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, Villa Clara y Cienfuegos, y los recorridos incluirán a dúos integrados por una persona de cada una de las instituciones mencionadas.
En el levantamiento —similar a los realizados en 2010, 2017 y 2019—se visitarán en octubre las provincias Pinar del Río, Artemisa, Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma, Holguín y Las Tunas.
Gómez destacó que en esta tarea de vital importancia también desempeña un papel significativo el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
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