Al intervennir en la apertura de la 79 Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, el mandatario deploró la persistencia de dicha política, pese al amplio rechazo de la comunidad internacional y la falta de evidencias concretas para justificarla.
Las autoridades de La Habana siempre denunciaron que la inclusión de Cuba en la lista terrorista de Estados Unidos es parte del recrudecimiento del bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por más de seis décadas y definido como el principal obstáculo en el progreso de la isla.
Durante su discurso, Lula también consideró imperativo apoyar más el retorno de Haití a la estabilidad sociopolítica y deploró la exclusión de América Latina y África de los asientos permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU porque “refleja el pasado colonial”.
Lamentó, asimismo, que Latinoamérica y El Caribe vivan otra década perdida en términos de crecimiento económico, como evidencia de la alta desigualdad, las desaveniencias políticas y la debilidad de la cooperación y el entendimiento regional.
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