Más de 80 jefes de Estado, otros 44 jefes de Gobierno y centenares de altos representantes están previstos en la lista preliminar de oradores de la magna cita.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, abrirá el debate siguiendo una tradición que data de los primeros años de las Naciones Unidas, cuando el país sudamericano asumió el papel inaugural en la lista de oradores ante la falta de disposición de otros.
El mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, ocupará el segundo puesto como anfitrión en lo que será su último discurso en el cargo ante la ONU, seguido por los jefes de Estado de Türkiye, Jordania y Guatemala.
La lista incluye además esperadas alocuciones de los presidentes de Palestina, Haití o Sudán, escenarios de algunas de las más importantes crisis de violencia o conflictos en el último año.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, también hablará a la Asamblea tras casi un año de la sangrienta ofensiva en Gaza y de continuos señalamientos de la ONU por las violaciones del derecho internacional, las agresiones a los civiles, el personal humanitario y la infraestructura sanitaria, educativa y civil.
En representación de Cuba intervendrá su canciller, Bruno Rodríguez, quien subirá al podio de la Asamblea en la mañana del sábado 28.
Ese mismo día, hablarán al foro de 193 países los representantes de China y Rusia.
Este año, el debate tiene como tema No dejar a nadie atrás: Actuar juntos en pro de la paz, el desarrollo sostenible y la dignidad humana para las generaciones presentes y futuras.
Pese a esos nobles propósitos, el encuentro coincide con un dramático incremento de las tensiones en Medio Oriente, a la par que se intensifican los conflictos en Ucrania, Sudán o Myanmar.
El Debate General se extenderá desde este martes hasta el 30 de septiembre, luego de que la Asamblea diera luz verde al Pacto del Futuro, un documento que de acuerdo con el secretario general de la ONU, António Guterres, presenta nuevas oportunidades “para rescatar al multilateralismo del abismo”.
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