Durante su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas, significó que su país es uno de los fundadores de la ONU y asume la paz, justicia y la defensa a la Carta de ese organismo y al derecho internacional, pese a los desafíos actuales.
“La situación parece más difícil y oscura que hace un año, las tensiones aumentan y los retos son cada vez más numerosos y complejos (…) Pese a nuestros esfuerzos declarados por la paz, el desarrollo y prosperidad no se vislumbra el fin de esta pesadilla geopolítica”, aseguró.
Aseguró que la humanidad debe poner fin a la guerra, pues este año una vez más debaten sobre conflictos trágicos y destrucción y manifestó la solidaridad de Serbia con las miles de víctimas perdidas durante esos trances bélicos, entre ellos, los sucesos de Oriente Próximo.
De igual manera, advirtió que el planeta está al borde del desastre y el holocausto nuclear, en un afán por vencer y destruir al prójimo, «nos acercamos al precipicio y finalmente llegaremos a él».
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