Por Isaura Diez Millán
Corresponsal de Prensa Latina en China
En declaraciones a Prensa Latina, el investigador destacó además las creación de instancias de discusión en distintos niveles que permiten al pueblo chino sentirse partícipe de las decisiones y los cambios.
«Esto se sustenta en las asambleas populares y las diferentes instancias de debate. En síntesis, en China existe un modelo de democracia participativa diferente a la de Occidente, no solo en su forma, sino también en sus resultados», señaló.
El politólogo hizo estos comentarios a propósito del aniversario 75 de la fundación de la República Popular China, que el país celebrará el próximo 1 de octubre.
«Mientras en el capitalismo aumenta la pobreza y la desigualdad, en esta nación asiática se dan cambios que posibilitan a las y los hijos vivir mejor que sus padres y ese es un tema muy importante», apuntó Batalla.
En su opinión, todo esto se desarrolla en un contexto cultural que permite la aplicación del modelo chino.
Beijing aboga por «incorporar a las minorías étnicas en el fortalecimiento de la construcción del poder político desde la base, permite que quienes entienden las teorías y políticas étnicas estén inmersos en el Partido Comunista y se encarguen de lo étnico en la propia base del pueblo», destacó.
Por otro lado, señaló que en Occidente no se quiere discutir una alternativa a la democracia liberal.
«No se trata de definir si una es mejor que la otra, sino de llevar adelante una discusión sobre la trascendencia de dos visiones, la priorización de la forma o la del resultado», comentó.
Para el investigador, los elementos que más captan su atención en China son las instancias de participación y la capacidad de adaptación para una sociedad de mil 400 millones de habitantes.
En particular resaltó el objetivo del gobierno chino de poner al pueblo como un actor tomador de decisiones asignándole la exclusividad para el monitoreo y la evaluación de su democracia popular de proceso entero.
«Hoy en Latinoamérica cada día menos cantidad de ciudadanos participan de las elecciones y de quienes participan, no todos comprenden la política y la democracia como algo importante», subrayó.
De acuerdo con Batalla, es preciso discutir alternativas sin que eso se traduzca en buscar una única verdad.
«Uno de los principales defectos de Occidente es querer imponer su modelo de democracia como único y eso no permite adaptar modelos de democracia a diferentes contextos», agregó.
En su opinión, el modelo chino no se puede imponer en otros países, pero discutir en base al conocimiento permitiría entender y eliminar preconceptos.
«Si China redujo sustantivamente la pobreza por qué no mirar la forma, si en Occidente cada día hay más pobreza por qué no buscar alternativas para beneficiar a sus pueblos”, se cuestionó el experto.
Beijing aplica la denominada democracia popular en todo el proceso que caracteriza al sistema político del gigante asiático y abarca todos los aspectos de la economía, política, cultura y sociedad, al tiempo que comprende cuestiones que van desde las elecciones, consultas, la toma de decisiones, gestión y supervisión.
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