El epidemiólogo afirmó que el menor fue remitido desde la localidad de Monte Punku, municipio de Pocona, con indicios y síntomas característicos de gravedad provocada por la dolencia, cuyo agente transmisor es el mosquito Aedes Aegypti.
“Fue notificado hace una semana, aproximadamente. Ha sido atendido en tercer nivel del Hospital Pediátrico. No se pudo hacer más, a pesar de la atención especializada del hospital, el curso de la enfermedad ha sido fulminante”, dijo.
Informó que hasta la fecha se tiene seis infantes fallecidos a consecuencia de la enfermedad, por lo que recomendó a la población la oportuna notificación ante estos casos.
“No hemos tenido mayor información de los familiares respecto al curso de la enfermedad. Sabemos que (los síntomas) se pueden complicar de 7 a 10 días -describió-, por eso los primeros días son importantes notificar para que tomemos las medidas correspondientes y así evitar este tipo de deceso”.
Lamentó el funcionario que respecto a esta enfermedad hasta la fecha se tienen siete mil 978 casos en Cochabamba, y subrayó que el 55 por ciento es notificado por el municipio capitalino y 22 puntos porcentuales están en la región del Trópico.
El Sedes expresó preocupación porque todo indica que el Aedes aegypti cuyo hábitat es el trópico, ya se adaptó a una altura superior a los mil 500 metros sobre el nivel del mar, zona en la que ya se registraron varios enfermos.
Advirtió la autoridad que ya comenzó el período epidémico de este año y se observó que los índices de infección vectorial se mantienen en comparación con la última semana.
“Tenemos un cuatro a cinco por ciento de infestación vectorial en diferentes áreas del municipio de Cochabamba y otras regiones (…) del Trópico de Cochabamba”.
Castillo resumió que, en total, existe un grado de infección vectorial superior a 24 puntos porcentuales en los municipios, y reiteró a la población notificar a tiempo los casos, no acumular agua en recipientes desechados, así como destruirlos.
Un cubano, el epidemiólogo Carlos Juan Finlay, confirmó a finales del siglo XIX mientras trataba de mitigar los efectos de la fiebre amarilla en La Habana, el papel del Aedes aegypti como vector transmisor de esa enfermedad.
Hoy esa misma teoría se aplica al combate contra ese mal, el dengue, el chickungunya y el zika.
El Instituto de Medicina Tropical de Cuba y la Agencia de Energía Nuclear del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de ese país desarrollan un proyecto mediante la esterilización con radiaciones ionizantes de los machos de la especie Aedes Aegypti para combatir a este agente transmisor.
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