Miembros de la Dirección Nacional de Migraciones y otras instituciones gubernamentales efectuaron la maniobra en la zona fronteriza con Brasil, donde proliferan delitos transnacionales como el narcotráfico, la trata de seres humanos, el tráfico de menores y la explotación infantil.
Entre las acciones realizadas, pusieron en marcha un dispositivo de control migratorio y lo reforzaron en el Puente de la Amistad entre este país y el gigante suramericano.
Incluyeron el plan una verificación exhaustiva del tránsito sobre todo de niños y adolescentes por ser víctimas recurrentes de la inhumana trata de personas, uno de los negocios más lucrativos en el mundo.
Según las autoridades paraguayas, existe preocupación por el incremento de los delitos en la frontera común, considerada un territorio vulnerable por el elevado movimiento de personas en el corredor, a lo que se suma la flexibilidad de las normas del tránsito.
Las acciones comprenden, asimismo, una vigilancia permanente del flujo de nacionales y extranjeros para evitar la comisión de posibles delitos con la implicación del crimen transnacional organizado, en ese cruce fronterizo.
El área de la Triple Frontera es compartida por Argentina, Brasil y Paraguay y el Puente de la Amistad enlaza la Ciudad del Este en Paraguay con la brasileña Foz de Iguazú.
La trata de personas para la explotación sexual o laboral preocupa desde siempre a las autoridades de los tres países, mientras datos de organismos de derechos humanos indican que la mayoría de las víctimas de tales hechos son mujeres jóvenes y niños en la mendicidad.
Un informe de la Organización Internacional del Trabajo reveló que entre tres mil 500 y cuatro mil personas con menos de 18 años sufren explotación sexual en la infraestructura turística de la zona de cataratas de Iguazú, y localidades paraguayas.
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