Un comunicado divulgado por la Oficina de Prensa de la Santa Sede indica que el Sumo Pontífice partió desde el Aeropuerto Leonardo Da Vinci (Fiumicino) de Roma con destino a Luxemburgo, acompañado por el séquito papal y 64 periodistas, a bordo de un avión A321 de la compañía Ita Airways.
En esa nación europea están previstos encuentros con el Gran Duque, Enrique de Luxemburgo, y con el primer ministro Luc Frieden, en el Palacio Gran Ducal, tras los cuales se reunirá con otras autoridades civiles y diplomáticas en el Cercle Cité.
Luego estará en la catedral de Notre Dame para dirigirse a la comunidad católica y poco después saldrá hacia Bruselas, donde permanecerá hasta el domingo.
Tras su arribo a la base aérea de Melsbroek se realizará una ceremonia de bienvenida, y las actividades oficiales se iniciarán mañana con un contacto con el rey Felipe de Bélgica, en el Castillo de Laeken
También se reunirá con el primer ministro de ese país, Alexander de Croo, y poco después el Sumo Pontífice recibirá a otras autoridades locales y a representantes de la sociedad civil, tras lo cual sostendrá en horas de la tarde un encuentro con profesores universitarios en la Universidad Católica de Lovaina.
El sábado tendrá un contacto con obispos, sacerdotes, diáconos, consagradas y seminaristas en la Basílica del Sagrado Corazón de Koekelberg, mientras posteriormente se prevé su intercambio con estudiantes en el Aula Magna de la Universidad Católica de Lovaina.
Sus actividades de ese día cerrarán con un encuentro privado con los miembros de la Compañía de Jesús, en el Colegio Saint Michel de la capital belga.
El próximo domingo, día final de su estancia en Bélgica, el papa Francisco oficiará la Santa Misa en el estadio Rey Balduino, y al mediodía, tras una ceremonia de despedida, partirá desde la base aérea de Melsbroek hacia Roma, con lo que concluirá este viaje apostólico, el 46 de su Pontificado.
jf/ort