A través de una declaración, esas organizaciones no gubernamentales compararon el genocidio que perpetra Israel en esas naciones con las atrocidades fascistas de la Alemania Nazi, y denunciaron la farsa que representan varias potencias en las Naciones Unidas para proteger al gobierno de Benjamín Netanyahu.
Las Naciones Unidas -señala el texto- surgieron para evitar que se volviera a producir un acto de crueldad extrema como el que comete hoy Israel y han incumplido ese mandato, siendo testigos mudos de la matanza de personas inocentes.
Afirma que la nación agresora bombardea hospitales, escuelas, campos de refugiados, edificios familiares, y pone bombas en dispositivos electrónicos comerciales, irrespetando leyes de la guerra y a los tratados internacionales.
No queda un ápice de moral en el occidente colectivo para señalar los esfuerzos de los pueblos árabes por lograr su autodeterminación. No quedan opciones, salvo enfrentar la maldad y brutalidad de los carniceros de Tel Aviv con la espada de Zulfiqar, apunta.
En este mundo sin cabida para la paz, los oprimidos no tienen más salida que defenderse y luchar por sus derechos, no tienen más opción que unirse en contra del enemigo común y hacer frente entre todos. Las olas de violencia solo se pueden detener con la resistencia y la victoria en la lucha.
Afirma la declaración que Palestina y El Líbano están pagando el precio que impone ser fiel a su historia y sus principios, por lo que su llamado al mundo árabe es a la unidad.
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