La entidad cultural fue demandada a principios de 2024 por un ciudadano australiano molesto porque, en 2023, el museo le impidió el acceso a la sala identificada como Ladies Lounge, pese a pagar la entrada completa a la instalación.
El juez Shane Marshall reconoció que la sala exclusiva para mujeres se creó con el propósito de promover la igualdad de género al poner de relieve lo contrario, como una especie de llamamiento de atención.
De acuerdo con el fallo publicado por el MONA, el magistrado explicó que se trataba de ofrecer a las mujeres un universo al revés, en el cual el desequilibrio estuviera, en un raro caso, a favor de ellas.
Esta fue la intención explícita por la creadora de Ladies Lounge, la curadora estadounidense Kirsha Kaechele, exponer el abuso de la segregación en un país donde hasta la segunda mitad del siglo XX existieron varios lugares en los cuales se vetaba la entrada de mujeres.
La actual decisión revirtió el fallo de un tribunal administrativo que, en abril pasado, halló discriminatorio el veto del acceso a los hombres impuesto por el MONA.
A raíz de tal episodio, el museo debía permitir a los hombres entrar en la sala en disputa, pero Kaechele resolvió cerrar la muestra de forma temporal y tuvo la iniciativa de exhibir algunas de sus piezas en el baño de damas.
El fallo de hoy obliga al tribunal administrativo de Tasmania a reconsiderar su decisión.
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