La agrupación Cian, color que la identifica, controla todos los poderes del Estado, en especial Ejecutivo y Legislativo, lo que, según críticos, le permite marcar el rumbo del país, aprobar y disponer leyes que avancen la agenda que propone el presidente Nayib Bukele.
En lo que apenas es una muestra del dominio de los azules, la organización consorcio Observa El Salvador 2024, al valorar la integración de la recién electa Corte Suprema de Justicia (CSJ), puso en duda su independencia pese a cumplir los requisitos.
El grupo duda que haya independencia dadas las condiciones institucionales en que vive el país en estos momentos y por la destitución de los magistrados de la Sala de lo Constitucional en mayo de 2021.
Observa considera que, al revisar los expedientes de los juramentados como magistrados, estos «cuentan con una hoja de vida que los habilita para ostentar el cargo».
No obstante, hay preocupación en medios políticos de que los nuevos magistrados puedan “cumplir con el juramento» que hicieron el pasado lunes 23 de septiembre cuando fueron designados en su cargo.
Observa recordó que la participación de juristas en las elecciones de la Federación de Asociaciones de Abogados de El Salvador (Fedaes) fue baja, por lo que, reiteraron su preocupación en la elección de los 15 candidatos provenientes de esta federación.
Por otra parte, los partidos Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y Vamos rechazan la posibilidad de entregar la dirección general de la Junta de Vigilancia Electoral (JVE), un organismo fiscalizador de elecciones, al partido mayoritario en el legislativo, como proponen aliados de NI en la Asamblea.
La diputada Marcela Villatoro (Arena) aseguró que «sería demasiada concentración de poder» y sugirió que, si se aprueban reformas, sería conveniente hacerlo como en el Tribunal Supremo Electoral (TSE) en donde los tres partidos con mayor votación en la elección presidencial integran la entidad como ocurrió la víspera.
Según el artículo 209 de la Constitución debe cuidarse de que ningún partido político prevalezca en la JVE, por lo tanto, ese mecanismo de rotación es muy importante para que ninguno use su poder para bloquear las facultades de vigilancia de los demás.
Aunque está establecido por la ley, el hecho de que la presidenta del TSE sea la magistrada Roxana Soriano, seleccionada a propuesta del partido NI, agrega más combustible al fuego.
Soriano es esposa de un primo de la ministra de Vivienda, Michelle Sol, la compañera de vida del presidente del Congreso, Ernesto Castro, lo cual para algunos observadores crea más dudas sobre la independencia del foro que se encarga de los procesos electivos en el país.
En resumen, para los críticos, la conclusión de las elecciones para integrar órganos como el TSE y la CSJ, confirman que El Salvador avanza hacia una mayor concentración del poder en manos del presidente Bukele, y muchos dejan al público la interpretación de lo que vendrá con posterioridad.
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