Por Jorge Petinaud Martínez
Editor jefe en Bolivia
“Estos últimos cuatro años demostraron que el Estado boliviano es capaz de tener una empresa pública y eficiente, que al mismo tiempo contribuye a la cultura y a la redistribución social de sus utilidades”, afirmó la gerente general, Estela Machicado.
Fundada como imprenta el 27 de septiembre de 2017 mediante el Decreto Supremo 3338, la empresa fue transformada en 2021 en una editorial dedicada a la edición e impresión de libros, revistas y otras publicaciones.
Machicado explicó que la entidad cumple, en primer lugar, con la democratización del acceso al conocimiento mediante el apoyo a las autoras y autores de Bolivia.
De esa forma, subrayó, se fortalece la reflexión permanente y el pensamiento crítico a través de la producción de libros a precios accesibles para todos los sectores.
Tras el restablecimiento de la democracia en 2020 con el triunfo electoral del presidente Luis Arce, la institución estaba a punto de quebrar, y el equipo actual generó varias líneas editoriales como Letras Rebeldes (literatura de autores revolucionarios).
Otra colección es la Sentipensante, que incluye el aporte de grandes pensadores del continente.
Machicado mencionó, asimismo, entre los aciertos de este cuatrienio el fomento de bibliografía en idiomas originarios como El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry, en aymara, quechua y guaraní con código QR incluido para que el lector pueda escuchar esas lenguas.
Otro producto exitoso son los Cuentos Mágicos, escritos por niños de unidades educativas de enseñanza primaria, quienes pueden comprar esas obras al precio de un boliviano (0,14 dólares).
Igualmente, los alumnos de enseñanza secundaria publican La Memoria de Nuestros Abuelos, con testimonios de esta fuente viva del conocimiento en las familias y los barrios, y se comercializan a solo cinco bolivianos (0,71 dólares).
“Con estos proyectos, los colegiales se convierten en autores, y fomentamos en ellos el hábito de la lectura”, informó Machicado a Prensa Latina.
Dijo la gerente que a través de alianzas con un 70 por ciento de clientes públicos y 30 por ciento de privados en este cuatrienio se alcanzaron resultados económicos que permitieron aportar 11 millones de bolivianos (más de 1,5 millones de dólares) al bono social Juancito Pinto que apoya la retención escolar.
Igualmente, a partir de 2022 iniciaron el pago de la deuda de 17,4 millones de bolivianos prestados en 2017 por el Banco de Desarrollo Productivo (BDP), que debían ser liquidados en 2027, y ya este año quedaron saldados.
“Esto nos permitirá obtener mayores utilidades para aportar más a los bonos sociales y modernizar nuestra tecnología para hacer más competitiva a nuestra editorial”, expresó Machicado.
Otra prueba de la eficacia de esta empresa pública, es que en noviembre de 2023 alcanzó la certificación ISO-9001, condición que le permite participar en licitaciones internacionales.
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