Esta vasta metrópoli, descubierta en 1963, revela una intrincada red de túneles, habitaciones y pasajes que se extienden hasta 85 metros bajo la superficie.
Su estructura ha desconcertado a arqueólogos e historiadores, no solo por su profundidad y complejidad, sino también por las razones que llevaron a su construcción y continuo uso a lo largo de la historia.
Si bien se cree que los hititas fueron los primeros en excavarla hace más de tres mil años, su leyenda está marcada por diversas civilizaciones que habitaron la región.+
Durante el período bizantino fue ampliada y utilizada como refugio para protegerse de las invasiones árabes. Más tarde, otras culturas, como los persas, griegos y romanos, encontraron en su interior un lugar seguro para huir de las amenazas externas.
La estructura de este sitio no se limita a simples refugios, posee un diseño multifuncional con viviendas, almacenes, pozos de agua, bodegas de vino, cocinas, incluso, templos religiosos.
Todo esto sugiere una planificación avanzada y un conocimiento profundo de la ingeniería.
Además, se han encontrado escuelas, áreas comunes y establos para animales, lo cual indica que la ciudad no solo era una cobija temporal, sino también un espacio donde podía sostener la vida durante largos períodos de tiempo.
Una de las características más fascinantes es la ingeniería. A lo largo de los distintos niveles se distribuyen sofisticados sistemas de ventilación que permiten la circulación de aire fresco por todas las áreas, esencial para la supervivencia de los miles de habitantes en la zona.
Estos conductos servían como un sistema de defensa ante cualquier invasor que intentara colarse. El intruso podía ser bloqueado por pesadas piedras rodantes que cerraban los accesos de manera eficaz.
A pesar de estar tan hondamente excavada, está diseñada para evitar derrumbes, con soportes estratégicos en las cámaras más grandes y un sistema de túneles que distribuye el peso de manera uniforme.
Los pozos también están conectados a fuentes subterráneas naturales para garantizar un suministro seguro y protegido de agua, incluso si la superficie era ocupada por fuerzas enemigas.
(Tomado de Orbe)
