El ministro de Asuntos Exteriores etíope, Taye Atske-Selassie, en su intervención la víspera expresó que el organismo multilateral enfrenta problemas que podrían exceder su poder y capacidad, de ahí la exigencia de un retorno al multilateralismo y al espíritu de solidaridad y cooperación entre los Estados miembros para mitigar los desafíos.
Selassie mencionó la carrera armamentista, la pobreza extrema, la desigualdad, el cambio climático y el retroceso del compromiso global con el desarrollo sostenible como amenazas graves que deben ser abordadas por la ONU y los países que la integran.
En ese sentido, subrayó los logros notables en Addis Abeba que merecen apoyo y financiamiento para algunos de ellos por parte de la comunidad internacional, entre ellos los cambios transformadores en las políticas monetarias y económicas, la Iniciativa Legado Verde impulsada por el primer ministro Abiy Ahmed.
Sobre esta última, recordó que aumentó la cobertura forestal del país africano del tres al 24 por ciento, contribuyendo sustancialmente a la lucha global contra el cambio climático y los esfuerzos para la transición hacia fuentes de energía renovables.
En cuanto a temas regionales, el jefe de la diplomacia etíope manifestó una vez más la voluntad de trabajar con los Estados ribereños para garantizar la utilización justa y equitativa de los recursos hídricos, como se manifiesta en la firma y ratificación del Acuerdo sobre el Marco de Cooperación de la Cuenca del Nilo (CFA).
De igual manera, con las partes interesadas para respaldar una actividad marítima segura en el Mar Rojo y el Océano Índico y combatir elementos terroristas como el grupo Al-Shabaab.
Saludó la resiliencia del pueblo de Somalia y los sacrificios de los hijos e hijas de Burundi, Djibouti, Kenya, Uganda y Etiopía en la lucha contra el terrorismo en esa nación africana.
Por tal motivo, pidió al gobierno de Mogadiscio apreciar esas acciones y, en el caso de algunos actores externos fuera del Cuerno de África, que ejerzan moderación en sus intentos de exacerbar las tensiones en la región.
Al referirse al memorando de entendimiento entre Etiopía y la región semiautónoma de Somalilandia firmado en enero pasado y el origen de las tensiones actuales con el gobierno de Somalia, dijo que se basa en la situación política existente en ese país vecino y que el objetivo de Addis Abeba es el crecimiento y la prosperidad regionales compartidos.
Consideró que, si otros Estados concluyeron acuerdos similares, no hay razón para que el gobierno somalí incite a la hostilidad “a menos que tenga la intención de encubrir las tensiones políticas internas”.
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