Un comunicado divulgado por su portavoz llamó a las partes a “alejarse del abismo” y volver a comprometerse con la plena aplicación de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad por un cese de las hostilidades.
«El pueblo del Líbano, el pueblo de Israel, así como la región en general, no pueden permitirse una guerra total», advirtió Guterres.
El comunicado coincide con la escalada agravada la víspera, cuando varios ataques aéreos lanzados contra los suburbios del sur de Beirut asesinaron al secretario general de Hizbulah, Hassan Nasrallah.
La ofensiva de Tel Aviv contra el vecino país ha cobrado la vida de más de mil personas, en su mayoría civiles, tras casi un centenar de bombardeos realizados por la aviación de combate sionista contra distritos de la capital y del sur libanés, con el pretexto de eliminar a miembros del movimiento de resistencia.
Por su parte, el grupo prometió que, pese a las agresiones de Tel Aviv contra su población, mantendrá sus acciones en contra de la ocupación israelí en los territorios palestinos.
La semana pasada, los servicios de inteligencias de Tel Aviv activaron miles de pequeños artefactos explosivos, colocados durante años en dispositivos electrónicos que causaron casi una treintena de muertos y miles de heridos en Líbano.
Desde el 7 de octubre de 2023, los bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza dejaron un saldo superior a los 41 mil fallecidos, incluidos unos 20 mil menores, y más de 92 mil heridos, mientras que 32 de 34 hospitales de ese enclave quedaron afectados o destruidos.
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