Con esa demanda, el primer ministro de Lao, Sonexay Siphandone, consideró necesario además la eliminación de todas las medidas coercitivas contra cualquier estado soberano.
“Reiteramos nuestro apoyo inquebrantable de conformidad con los llamamientos de la comunidad internacional a poner fin al embargo económico contra Cuba y a eliminarla de la lista de estados patrocinadores del terrorismo”, insistió a la Asamblea General.
En esa misma línea, el jefe de Gobierno de Tuvalu, Feleti Teo, advirtió por el peso que impone el cerco sobre el pueblo caribeño por más de seis décadas.
“Con estas medidas, a Cuba se le niega la asistencia al desarrollo internacional que tanto necesita y las alianzas esenciales para su recuperación», denunció.
Por su parte, el primer ministro de Timor Leste, Kay Rala Xanana Gusmao, consideró a la mayor de las Antillas como un estado amigo, sin el que el sector sanitario de su país estaría “en una condición lamentable”.
“El embargo económico, comercial y financiero que ha sufrido Cuba desde hace décadas con las consecuencias que tiene en su pueblo es inaceptable”, enfatizó el jefe de Gobierno.
Más de 800 pronunciamientos internacionales han demandado desde mayo de este año la exclusión inmediata de Cuba de la lista del Departamento de Estado norteamericano que recoge a los supuestos patrocinadores del terrorismo.
En las últimas tres décadas, la Asamblea General de la ONU ha votado anualmente una resolución presentada por la nación caribeña para exigir el fin del asedio estadounidense y divulgar su excesivo impacto en la economía.
El más reciente sufragio, celebrado en noviembre de 2023, recibió 187 votos a favor del texto, dos en contra (Estados Unidos e Israel) y la abstención de Ucrania.
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