domingo 29 de septiembre de 2024
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Em Thúy, óleo hecho melodía

Hanoi, 29 sep (Prensa Latina) Más allá de su condición de Tesoro Nacional, la pintura al óleo Em Thúy (la pequeña Thúy), del talentoso artista plástico Tran Van Can (1910-1994), puede presumir de haber servido también como fuente de inspiración musical.

Cuentan que en el año 2000, durante una visita al Museo de Bellas Artes de Vietnam, donde se conserva la obra, el compositor británico Paul Zetter quedó profundamente impresionado por la mirada inocente y directa de la niña reflejada en el retrato.

El cuadro, sin dudas, evocó sentimientos especiales y estableció una conexión espiritual entre la pequeña de ojos oscuros y Zetter, quien de regreso a su país compuso de inmediato el Minueto de la pequeña Thúy (Little Thuy’s Minuet), que ahora también forma parte de la colección de dicha institución.

“El Museo de Bellas Artes de Vietnam ha tenido el honor de recibir numerosas piezas de arte donadas por organizaciones e individuos, pero esta es la primera vez que recibimos una obra musical”, significó el director de la galería, Nguyen Anh Minh.

“Ahora —anticipó— planeamos utilizar en nuestras plataformas digitales, como parte de nuestra identidad de marca, y en los programas de conciertos del museo este minueto”, que en opinión de especialistas refleja la esencia de las mujeres vietnamitas, definidas por el propio Zetter como hermosas, perseverantes, valientes, inteligentes y seguras de sí mismas.

La pequeña Thúy es considerada la obra maestra de Tran Van Can, graduado con las mejores calificaciones en la Escuela de Bellas Artes de Indochina en 1937 y catalogado como uno de los cuatro pintores más famosos de la época.

El cuadro, dibujado en 1943 y que retrata a la sobrina del autor Nguyen Minh Thúy a la edad de ocho años, destaca por su impresionante belleza, especialmente por los ojos oscuros muy abiertos que miran directamente al espectador.

La niña se sitúa un poco a la izquierda, con las manos en el regazo y vestida con sencillez, mostrando una actitud algo tímida. Su mirada refleja inocencia y frescura, mientras las suaves curvas en marrón de la silla de mimbre equilibran la composición.

Considerado uno de los retratos más exitosos de las bellas artes vietnamitas del siglo XX, Em Thúy prestigia al Museo de Bellas Artes de Vietnam, institución inaugurada en 1966 y que hoy ofrece al público más de 20 000 piezas.

(Tomado de 4ta Pared, suplemento cultural de Orbe)

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