De acuerdo con reportes locales, las fuerzas israelíes comenzaron en la madrugada la anunciada agresión terrestre limitada en el sur del país, tras ser aprobada por el Consejo de Seguridad Reducido y la instancia política correspondiente en la entidad.
En la noche, los aviones israelíes ejecutaron al menos seis ataques contra zonas en el suburbio sur de Beirut y bombardearon las alturas de Kfar Shuba, la llanura de Khiam y la zona de Wazzani.
La Resistencia de Líbano (Hizbulah) anunció el ataque con proyectiles de artillería contra una fuerza de soldados israelíes en la puerta del asentamiento Shtula y antes de la medianoche golpeó los movimientos de los uniformados en los huertos frente a las localidades de Al-Odeisseh y Kfar Kila.
De acuerdo con el sitio Axios, los funcionarios israelíes dijeron que el objetivo es retirar las posiciones militares y la infraestructura que Hizbulah estableció cerca de la frontera.
Ayer, en las primeras palabras de la dirección de Hizbulah tras el asesinato de su líder Hassan Nasrallah, el vicesecretario general, Naim Qassem, puntualizó que Israel no podrá eliminar las capacidades militares y «las fuerzas de la Resistencia están preparadas para enfrentar cualquier eventualidad si el enemigo decide entrar por tierra».
Durante un discurso televisado, subrayó que el sistema de liderazgo continúa con la precisión establecida y estipulada por Nasrallah, además de los planes alternativos.
«Sabemos que la batalla será larga y estamos preparados para afrontar cualquier eventualidad y saldremos victoriosos», manifestó.
Para el vicejefe del movimiento libanés, el gobierno de Tel Aviv ataca tierras y civiles libaneses y comete masacres con el apoyo de Estados Unidos con todas sus capacidades.
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