Esta nueva agresión “se suma a la serie de crímenes cometidos por el enemigo para derramar la sangre de los pueblos árabes y musulmanes”, afirmó en un comunicado la Yihad Islámica palestina.
En similar sentido se pronunció el movimiento Intifada Fatah, que denunció el ataque contra la población civil.
Por su parte, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) alertó sobre la actual escalada de violencia y acusó al gobierno de Estados Unidos de apoyar las posturas agresivas de Israel.
“El enemigo criminal no socavará la moral de nuestro pueblo ni de los pueblos de nuestra región”, señaló.
La Fuerza Aérea de Israel (IAF) bombardeó ayer los puertos de Hodeida y Ras Issa, así como dos centrales eléctricas, en represalia a las acciones de los hutíes, que un día antes dispararon un misil contra el aeropuerto internacional Ben Gurion mientras aterrizaba un avión procedente de Nueva York con el primer ministro Benjamín Netanyahu a bordo.
Tras la incursión, televisoras regionales mostraron imágenes de grandes explosiones y un incendio en lo que parecía un tanque de almacenamiento de petróleo en Hodeida.
En declaraciones a la televisora libanesa Al Mayadeen, un dirigente de la milicia amenazó con una dura respuesta.
Estados Unidos fracasó en su agresión contra Yemen e Israel tampoco logrará sus objetivos, sabemos cómo tratarlos al mismo tiempo, aseguró.
El bombardeo contra instalaciones civiles es un intento de intimidarnos para poner fin a nuestro apoyo al pueblo palestino, pero nunca los abandonaremos, afirmó Muhammad Abdel Salam, portavoz del grupo armado.
También Nars Ad-Din Amer, dirigente de los rebeldes, ratificó que mantendrán el lanzamiento de drones y misiles contra Israel en respaldo a los gazatíes, bajo fuego desde hace casi un año.
El objetivo era cobrar un alto precio a los hutíes, si continúan sus acciones, aumentaremos las nuestras y el daño será enorme, respondió un vocero castrense israelí, citado por la prensa de ese país.
Según diversos medios, la operación fue coordinada con el Comando Central de Estados Unidos.
Mientras, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, confirmó la operación en un mensaje en la red social X.
“Seguí el ataque contra los hutíes desde la sala de control de la IAF. El mensaje es claro: ningún lugar está demasiado lejos”, escribió el funcionario en referencia a los cerca de mil 800 kilómetros que recorrieron los aviones para llegar al sitio.
La IAF lanzó un bombardeo contra la misma ciudad en julio último, que provocó la destrucción de numerosos tanques llenos de petróleo y daños al puerto, por donde ingresa gran parte de los alimentos y productos de primera necesidad al norte de este país árabe.
Los hutíes se levantaron en armas en 2014, y desde entonces controlan gran parte de la región septentrional de Yemen, incluida Saná, la capital.
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