El evento marca un decenio desde la Reunión de Alto Nivel sobre Política Nacional de Sequía y buscará aumentar la resiliencia a uno de los peligros más mortales del mundo, que con frecuencia atrae poca atención hasta que es demasiado tarde.
Según comunicó la OMM, la conferencia brinda una oportunidad para reflexionar sobre un decenio de avances en la preparación, respuesta y adaptación a la sequía, al tiempo que exploran nuevas formas de convertir el conocimiento en soluciones prácticas que puedan ayudar a los países a ser más resilientes a este fenómeno.
“Las sequías son un peligro climático insidioso y peligroso que socava la seguridad humana y alimentaria y es una de las principales causas de desplazamiento interno en los países más afectados. Puede causar un impacto devastador en el medio ambiente y las economías y revertir el progreso en el desarrollo sostenible”, dijo la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo.
La conferencia se centrará en los crecientes riesgos relacionados con la sequía que plantea el cambio climático y las crecientes vulnerabilidades estructurales en muchas sociedades.
Se examinará cómo acelerar el cambio de un enfoque reactivo, impulsado por las crisis, a un enfoque más proactivo, que aproveche los servicios climáticos, como los pronósticos estacionales, y las herramientas de acción anticipatoria, incluidos los mecanismos de financiación innovadores.
Los participantes analizarán los avances en materia de vigilancia y previsión de sequías y debatirán cómo fortalecer la vigilancia de la sequía para generar alertas tempranas en materia de seguridad alimentaria y salud, además de cómo integrar las políticas en la iniciativa internacional Alertas tempranas para todos.
También se valorarán los avances científicos y de formulación de políticas, incluidos los avances en la tecnología satelital y las herramientas de inteligencia artificial, que aportan nuevas perspectivas a la previsión, la vigilancia y la evaluación del impacto.
Entre 1970 y 2019, la sequía causó aproximadamente 650 mil muertes, en tanto la pobreza y el mal uso de la tierra pueden aumentar la vulnerabilidad a esta e intensificar su impacto, según el Atlas de mortalidad y pérdidas económicas causadas por fenómenos meteorológicos, climáticos e hídricos extremos de la OMM.
jha/lpn
