Al presentar ante el Consejo de Seguridad de la ONU el nuevo reporte sobre la situación en la RDC, la también jefa de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en el país (Monusco) dijo que tras el alto al fuego, vigente desde el 4 de agosto, han disminuido las confrontaciones entre las partes beligerantes.
Insistió en que esto no significa que se haya ganado la paz, si bien destacó el hecho de que exista un marco activo para el diálogo entre la RDC y Ruanda, y una mediación comprometida y proactiva, que no escatima esfuerzos para resolver este conflicto, refirió Radio Okapi.
Resaltó que esos elementos, unidos a un instrumento operativo en apoyo de la mediación, permiten vislumbrar una perspectiva real de paz.
Keita saludó la determinación inquebrantable del presidente angoleño, João Lourenço, y su equipo, para hacer realidad este proceso, y renovó el pleno apoyo de las Naciones Unidas y la Monusco a estas acciones.
Comentó que la Monusco brindará respaldo logístico, seguridad e información al Mecanismo de Verificación Reforzado Ad Hoc para el acuerdo de alto el fuego.
No obstante, llamó la atención sobre la situación humanitaria en la RDC, un país donde se necesitan recursos para atender 8,7 millones de personas vulnerables en 2024.
“A pesar de algunos avances, persisten desafíos de enormes proporciones”, aseguró la representante y mencionó la competencia por la explotación y el comercio de recursos naturales, que lleva a la intensificación de la violencia por parte de varios grupos armados, como ocurre en la provincia de Ituri.
“Debido a la minería de oro mecanizada, los grupos armados se han convertido en empresarios militarizados. En consecuencia, los líderes comunitarios y las agotadas fuerzas gubernamentales están luchando por contener grupos armados que se han vuelto más fuertes tanto militar como financieramente”, sostuvo.
Añadió que en la provincia de Kivu Norte la consolidación del control administrativo del Movimiento 23 de Marzo (M23) sobre Masisi y Rutshuru le permitieron establecer un dominio total sobre el coltán.
Ejemplificó que el comercio desde el área de Rubaya, que se estima abastece a más del 15 por ciento de la producción mundial de tantalio, genera aproximadamente 300 mil dólares al mes para el M23, lo cual es profundamente preocupante.
“A menos que se apliquen sanciones internacionales impuesta a quienes se benefician de este comercio criminal, la paz seguirá siendo difícil de alcanzar y los civiles seguirán sufriendo”, enfatizó.
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