“Un impacto directo de la artillería del ejército de Ucrania destruyó el transformador de la subestación Ráduga, lo que constituye un acto terrorista para desestabilizar la situación en la central nuclear de Zaporozhie. Las instalaciones de soporte vital de la ciudad están bajo la amenaza», dice el mensaje.
En este momento, según su información, la situación con el suministro de energía de la ciudad está bajo control, la urbe tiene suministro en su totalidad.
Por su parte el jefe de la administración de la ciudad, Eduard Senovoz, precisó que el bombardeo no provocó víctimas, pero denunció que los ataques ucranianos contra Energodar se vuelven cada vez más intensos. «Sobre todo está en peligro el sistema de suministro eléctrico de la ciudad», advirtió Senovoz.
La central nuclear de Zaporozhie, la mayor de Europa, se encuentra cerca de la ciudad de Energodar, en una zona que permanece bajo control de militares rusos desde marzo de 2022.
La planta cuenta con seis reactores de agua presurizada del modelo VVER-1000 y tiene una capacidad total de seis mil megavatios.
En octubre de 2022, tras la incorporación de la provincia de Zaporozhie a Rusia, la central pasó a ser propiedad de este país.
Hasta la fecha, la cúpula del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), pese a los informes, se niega a señalar a los autores de los constantes ataques a la mencionada instalación, lo que alienta estos actos peligrosos, según denuncian desde Moscú.
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